Una de las condiciones más importantes para poder saborear un buen Salmorejo, es que no sea un Salmorejo que llora; esto es, que al llenar la primera cucharada e inclinar la cuchara en un ángulo de unos 40 grados, quede, en el reverso de la misma, prendida una lágrima o gota del Salmorejo que llena la cuchara, sin desprenderse durante, al menos, 5 segundos. Esto da idea inicial de las condiciones de textura para ser paladeado y disfrutado. Después viene el resto: disfrute del color que presenta, finura sedosa de su contacto y sabor equilibrado (hay gustos diferentes, claro) con tendencia agridulde. Hasta ahora quien mejor lo ha coseguido es Kisco García en su Choco; aunque hay muchos/as otros/as que están a niveles muy apreciables.
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